domingo, 3 de enero de 2010

“La Cena de las Cenizas” (Resumen)

“La Cena de las Cenizas”

Giordano Bruno

TEO interpreta la segunda proposición del doctor Nundinio, la cual trata del movimiento atribuido a la tierra por parte de Copérnico, puesto que esto era algo inconveniente e imposible, así como el que le hay a atribuido movimiento al octavo cielo para la comodidad de los cálculos. Sin embargo, a esto el Nolano contestó que Copérnico por esta causa había afirmado que la tierra se movía, comprendiendo esto tal y como lo dijo en su libro primero, probándolo con todo su esfuerzo.

Por lo cual declara y confirma dirigiéndose al Papa, que las opiniones de los filósofos que están muy alejadas de las del vulgo, por lo cual estas son dignas de ser evitadas. Puesto que si al parecer de los que entienden esta filosofía o de quienes son puros matemáticos no les gustase tal suposición por los inconvenientes de esta, es justo que a él se le conceda la libertad de plantear el movimiento de la tierra a fin de demostrar los fenómenos de los astros. Por lo que no se puede inferir que el dude de lo que ha manifestado; puesto que responde a algunos argumentos de quienes piensan lo contrario, haciendo el oficio del matemático que supone y del físico que demuestra l movimiento de la tierra, puesto que él posee el conocimiento por principios diferentes, propios y más recios.

A lo que agrego Nundinio que no puede ser verdad que la tierra se mueva estando ella en el centro y medio del universo, debido a que le correspondería ser fijo y constante. A lo que el Nolano respondió que esto puede ser afirmado por quienes sostienen que el sol es el centro del universo y que es inmóvil y fijo, tal como lo comprendió Copérnico y otros. Puesto que el Nolano pretende que el universo es infinito y que por ello no existe un cuerpo al cual le convega estar en medio de manera absoluta, ni en el extremo o entre dos limites, si no mediante ciertas relaciones con otros cuerpos y limites.

Sin embargo, SMI le pregunta a TEO ¿cuál es el parecer de Nundinio sobre esto? A lo que responde como no se ha comprobado que algunos de los cuerpos naturales sean redondos, y que tenga de modo absoluto centro, así como de los movimientos que vemos sensible y físicamente en los cuerpos naturales. Dado a que no hay alguno que difiera del circular o regular respecto algún centro, aunque se violenten los que suponen borras y rellenos de orbes desiguales, hasta que se llegue a concluir que todo movimiento es continúo y regular entorno al centro. Puesto que no es posible jamás hallar una razón semiprobable, para la que exista limite de este universo corporal.

Como el Nolano dijo que existen numerables tierras semejantes a está, el doctor Nundinio no tuvo más que agregar al respecto. Sin embargo, el Nolano añadió que los demás globos, que son tierras, sólo difieren en ser más grandes o pequeñas, en lo caliente y lo frío, en lo luminoso por si o por otro.

Por lo que el Nolano agregó basándose en lo dicho por Luciano en sus verdaderas narraciones, sobre la luna que era otra tierra habitada y cultivada como la nuestra , cosa que dijo para los filósofos que afirman la existencia de muchas tierras (particularmente la luna), con lo que demostró la ignorancia y ceguera; debido a que la tierra y otros astros miembros del universo, con una ordenada y natural voluntad, se mueven hacia las cosas por principio intrínseco y por los espacios que les conviene. Dado a que todo acontece mediante principio interior, por el cual naturalmente y no por principio exterior las cosas son movidas o en contra o aparte de su propia naturaleza. Por lo que la tierra y los demás astros se mueven según las propias diferencias de sus principios intrínsecos, y aunque la tierra tiene sentido, no lo asemeja con el nuestro.

A lo que Nundinio en su quinta proposición a griega, que si fuese verdad que se mueve la tierra hacia el oriente, entonces las nubes parecerían discurrir hacia el occidente por razón del movimiento de éste, que en un aproximado de veinticuatro horas debe realizar tan gran vuelta. A lo que respondió el Nolano que éste aire, por el cual discurren las nubes y los vientos, forman parte de la tierra como miembro de ella. Por tanto, estas son accidentes que se hallan en el cuerpo de la tierra, por lo que se mueven y están como viseras de ella, así como se ve en las aguas. Tal como lo entiende Aristóteles en el libro primero de Meteora, donde dice que “el aire se mueve en circulo de manera regulada” como el cuerpo universal.

Por lo que SMI pregunta ¿por qué vemos el hemisferio entero, siendo que habitamos las vísceras de la tierra? A lo que responde TEO basándose en las proposiciones de Nundinio, que dada la convexidad de la tierra, que no es plana si no orbicular, hace que no nos sea sensible estar en las entrañas de la tierra. Puesto que con la tierra se mueven todas las cosas que se encuentran en ella.

Sin embargo, en los divinos libros no se tratan demostraciones y especulaciones relacionadas con las cosas naturales, si no que, en nuestro entendimiento y sentimientos, se ordena por medio de leyes la práctica de las acciones morales. Dejando el pensamiento de esto a los hombres contemplativos, de tal forma que lleguen a comprender lo principal.

Puesto que cuando Moisés dice que Dios ha creado dos grandes luminarias, el sol y la luna. Al no llamar a la tierra una luminaria grande o pequeña, ha dicho bien, haciendo uso del conocimiento y la sabiduría. Pues axial, Moisés llama firmamento al aire, haciendo los significados reales metafóricos y abstractos. De tal manera que en los pasajes de las sagradas escrituras se encontrará que esta filosofía, no sólo contiene la verdad, si no que también favorece a la religión más que a cualquier otra clase de filosofía.

Por lo que el Nolano concluye que el universo es infinito y que consta de una región etérea, la cual es verdaderamente un cielo, llamado espacio y seno, en donde existen tantos astros, que tienen fijeza en él de manera no distinta que la tierra: y así la luna, el sol y otros cuerpos están en esta etérea región, como vemos que esta también la tierra; y no es de cree la existencia de otro firmamento. Pues así los siete astros, incluyendo la tierra, giran entorno al sol describiendo sus rotaciones respecto a los otros; siendo algunos calientes o fríos.

Haciendo que de está forma se ocasione la apariencia del movimiento del universo con respecto a ella, que es llamado movimiento mundano o diurno. Lo cual es una fantasía imposible, haciendo que sea necesario que la tierra se mueva entorno al sol, para así participar en el día y la noche, en las estaciones, en lo caliente y lo frío; de igual manera que los astros.

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